La protección solar y sus recomendaciones de uso siguen siendo uno de los temas que más dudas genera entre la gran mayoría de la población. Muchas veces, por desconocimiento o por una mala interpretación de la información, cometemos errores al aplicarnos la protección, que se repiten de forma habitual especialmente entre las diferentes franjas de edad. Tenemos que tener en cuenta que la piel tiene diferentes necesidades a medida que envejecemos por lo que las necesidades en cuanto a protección solar se refiere también cambian.
Y tú, ¿te identificas con alguno de estos errores?
DE 0 a 6 años:
Los niños que se ponen morenos al sol
¿Quién no ha visto a esos niños correteando por la playa con la piel totalmente blanca por un exceso de crema solar? La piel de los niños, sobre todo la de los más pequeños, es especialmente sensible a la radiación solar. Esto hace que muchas mamis, en su deseo de proteger al máximo a sus pequeños, apliquen más cantidad de crema de la necesaria, convirtiendo a los niños en verdaderas superficies refractarias capaces de cegar al mismísimo astro rey.
Si bien es cierto que no debemos escatimar en la aplicación de producto para asegurar una protección solar efectiva, la realidad es que aplicar crema más allá de la necesaria, no implica mayor protección. En cambio, lo que sí va a asegurar una protección solar a largo plazo es, además de ajustarnos en las cantidades que marca el fabricante, reaplicar el producto cada dos horas y cada vez que la piel se moje o sude en exceso. Además, tenemos que tener en cuenta que la protección se debe aplicar siempre sobre la piel seca e intentar no exponer la piel directamente al sol, especialmente durante las horas centrales del día.
Producto recomendado:
A partir de los 3 años, Sun Pocket Fluid SPF 50+ para rostro y zonas más expuestas y sensibles y Sunlight Protective Water SPF 40 para el resto.
De los 14 a los 20 años:
La adolescencia, esa etapa en la que nunca se está lo bastante moreno
La adolescencia es esa etapa en la que, por más morenos que estemos, siempre queremos ir un paso más allá en nuestro bronceado. Esto hace que, muchas veces, se descuide la aplicación solar por el temor a no broncearnos lo suficiente. Este concepto es totalmente erróneo ya que, además de maximizar el riesgo de aparición de problemas de salud relacionados con una sobreexposición solar, no aplicarse crema implica acelerar el proceso de envejecimiento de nuestra piel.
El uso de protección solar no solo no evita que nos bronceemos sino que nos asegura un bronceado más bonito y homogéneo. Y es que al exponernos al sol sin protección reducimos el tiempo de respuesta de nuestra piel frente a la radiación solar, provocando así que nos quememos más fácilmente. Cuando la piel se quema, ésta acelera su proceso de regeneración, creando así una piel nueva que sustituirá a la piel lesionada. De esta manera, al cabo de los días, nuestra piel presentará discromías que harán que el bronceado no se muestre homogéneo.
Producto recomendado:
Sun Fluid Blue Protection SPF 30 para el rostro y Oil Free Sun Spray SPF 25 para el resto.
De los 30 a los 45 años:
Cuando para aplicarte la protección solar necesitas un espejo
Lejos quedan ya las sesiones maratonianas al sol. En esta etapa de madurez hemos aprendido la lección, y ahora nuestra preocupación no es tanto broncearnos, sino evitar que el día de playa nos deje como recuerdo manchitas en la piel que nos acompañarán durante mucho tiempo. Por eso, en esta etapa, no es extraño encontrar quien se toma muy en serio protegerse la piel y, espejo en mano, va repartiendo pequeñas acumulaciones de crema en las zonas propensas a oscurecerse tras la exposición solar (labio superior, parte alta de los pómulos, determinadas zonas de la frente…).
En este caso, lo más importante para evitar estas manchitas es escoger el SPF adecuado, aplicarlo de forma frecuente, especialmente en las zonas más propensas a la sudoración, y no sobreexponernos al sol.
Producto recomendado:
Anti-age Sun Cream SPF 50+ para rostro y zonas sensibles y Sunlight Protective Water SPF 40 para el resto.
De los 50 a los 60 años:
Cuando piensas que tu mejor aliado frente al sol es una buena sombrilla
A medida que nos hacemos mayores es habitual sentir como se reduce nuestra tolerancia al sol. Por eso, en esta franja de edad, una sombrilla y un buen sombrero se vuelven imprescindibles si se quiere tener una buena jornada de playa.
El hecho de estar frescos bajo una buena sombra puede llevarnos a pensar que estamos totalmente protegidos de los rayos solares y que por lo tanto caigamos en el error de no aplicarnos crema solar ya que no sentimos la necesidad de protegernos. Lo cierto es que, aunque no sintamos el calor del sol sobre nuestra piel, al estar resguardados bajo la sombra, no debemos bajar la guardia, ya que las superficies son capaces de reflejar la radiación solar (especialmente la arena de la playa), de manera que, aun estando en la sombra, nos podemos quemar.
Producto recomendado:
Anti-age Sun Cream SPF 50+ para rostro y zonas más expuestas y sensibles y Sunlight Protective Water SPF 40 para el resto.
Sobre Bruno Vassari
Bruno Vassari es una empresa de alta cosmética profesional fundada en 1984 en Barcelona que desarrolla tratamientos innovadores para el cuidado de la piel. Con más de 20 líneas de producto, Bruno Vassari es la marca de referencia en el sector de la cosmética profesional tanto a nivel nacional como internacional, exportando sus productos a más de 50 países. Entre sus líneas de producto más icónicas destacan Kianty, la línea pionera en vinoterapia; Lab Biotics, formulada con pre y probióticos; y la línea cosmecéutica HA50X, la única que incluye productos formulados con una combinación de 4 ácidos hialurónicos.